La nutrición y la salud inmunológica tienen una relación muy estrecha, por ello, el dicho de “somos lo que comemos” en este caso es real. Tener y mantener una dieta sana puede aportarnos innumerables beneficios, como el de reformar nuestro sistema inmunológico, sobre todo ante la llegada del frío y sus consecuencias.
Qué es y cómo funciona el sistema inmunitario
El sistema inmunitario es un complejo conjunto de células, tejidos y proteínas cuya principal función es defender nuestro cuerpo de infecciones y agentes patógenos, los cuales pueden hacernos desarrollar enfermedades.
Diferencia entre las células y sustancias que sí pertenecen a nuestro cuerpo y las que no, que suelen ser las más peligrosas.
Cuando un agente patógeno se introduce en nuestro sistema puede ocurrir dos cosas:
- Respuesta inmediata innata: implica la activación de las células inmunitarias innatas que reconocen determinadas moléculas que se encuentran dentro de estos patógenos. Al activarse estas células inmunitarias, se comienza a combatir la infección de inmediato.
- Respuesta inmunitaria adaptativa: la respuesta es más lenta, pero con mayor fuerza. Si el patógeno persiste o es demasiado fuerte, el sistema inmunitario inicia una respuesta adaptativa, que es altamente específica para el patógeno en cuestión. Esto implica la activación de células T y células B, que producen anticuerpos y células asesinas para combatir el patógeno de manera más específica.
Alimentos para reforzar nuestro sistema inmunológico
Frutas y verduras: las mejores aliadas para mantener una salud de hierro. Son buenísimas para nuestro cuerpo gracias a que son una fuente natural de antioxidantes, minerales y vitaminas que ayudan a nuestras defensas.
Frutos secos y semillas: son productos ricos en vitamina E y B, conteniendo propiedades prebióticas que aumentan la fuerza de microbios beneficiosos para la inmunidad. Un ejemplo son las nueces, semillas de girasol o calabaza, semillas de chía…
Jengibre: es un ingrediente que sirve para muchas cosas. Ayuda con las enfermedades inflamatorias, por ejemplo. Al ser tan rico en nutrientes como el fósforo, el potasio o la vitamina C, se convierte en un imprescindible para nuestra salud.
Té verde: además de ser un excelente desinflamatorio y tener increíbles propiedades antioxidantes, ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico.
Mariscos: productos que gracias a su gran cantidad de zinc provocan que nuestras células inmunitarias funcionen mejor. Además, son una gran fuente de vitamina B y minerales esenciales. Si estás pensando en añadir estos alimentos a tu dieta con un fin en específico, consulta antes tus dudas con un equipo de profesionales. En Farmacia Calle Alta 30 te estamos esperando para ofrecerte los mejores consejos. ¡No lo dudes y ven a visitarnos!